UN VINO MIENTRAS ATARDECE


De las cosas que más me están gustando del viaje es lo que estamos aprendiendo a dosificar esfuerzos y fondos. Podríamos entender el viaje como una carrera de fondo, una maratón, en la que hay momentos en que apetece esprintar porque parece que la ocasión lo merece, pero no hay que olvidar que queda mucho por delante y ese sobreesfuerzo en un momento dado puede obligarnos a sacrificar un día de viaje.

Ello no implica que no podamos disfrutar de momentos y situaciones y más si los hados se conjuran a nuestro favor. Praga no deja de ser una ciudad tremendamente turística, y al igual que Barcelona, destila tristes similitudes con un parque temático explotado y exprimido en sus tópicos para deleite del turista bobo.

Por ello salir a pasear sin rumbo fijo, sin mapa y sin prisas, ofrece agradables recompensas; como por ejemplo, disfrutar de un largo atardecer mientras se degusta una copa de vino checo, tinto con un toque carbonatado, fuertemente afrutado; a moras y manzanas y madurado en barricas de robles de la región.

Todo ello mientras uno imagina sobre misteriosas historias de gárgolas que cobran vida y gigantes de barro que vigilan el barrio judío...

5 comentarios:

Winnie the Pooh dijo...

Espero que la Choucroute os la guardárais para ver el amanecer, porque se tienen que recuperar fuerzas de donde sea! =)

Espero y deseo [pese a que intuya] que todo esté saliendo a la perfección, y que nada, ánimos, aunque no los necesitéis: sois deportistas, así que...te veo en la meta! ;-)

WdP.

Jordi dijo...

Esta es una de las mejores lecciones de un viaje como este. Uno tiene que aprender a dosificar sus recursos, a resolver problemas imprevistos, a tomar decisiones...

Una reflexión muy oportuna.

Que el viaje siga siendo tan rico en detalles y aprendizajes como hasta ahora. Buena suerte! y a pasarlo bien.

Un abrazo, Jordi

GusMoniHéctor dijo...

Siempre nos ha gustado tomar un copa de vino, pero asi nos podemos imaginar y poder llegar a degustarlo, con vosotros, contemplando el paisaje, el aroma de la ciudad de Praga.

Anónimo dijo...

Pues nada, a seguir disfrutando que parece que para eso no necesitais dosificaros.
Se nota que os sale la vena atlética por aquello de los ejemplos deportivos que poneis, de todas maneras ya que hacemos de público espectante, mejor aplaudiros desde la comodidad del sillón de casa que a la solana pegados al tartán.
Änimo que en esta carrera (que ya veis que es de relevos) no se os ha caido el testigo y ya estais tomando la recta final después de la compensación. Estamos en la meta para aplaudiros al llegar.
Un abrazo muy fuerte.

Diego

Anónimo dijo...

Hola,
Que os va a contar un fondista sobre dosificar, regular, mantener el rítmo.., lo que importa es disfrutar al máximo de cada momento, y llegar a meta con el objetivo cumplido.
Un abrazo muy fuerte

JAntonio